jueves, 4 de octubre de 2012

La primera Leyenda sobre Ntra. Sra. de la Esperanza

Como si de un divino aparecimiento se tratase, inicaré este blog con la primera de las leyendas conocidas sobre la aparición de Ntra. Sra. de la Esperanza.
Estando dedicado este blog a la Calasparra Cofrade, no podía empezar de otro modo que no fuese honrando a la tan Excelsa Patrona de Calasparra.
Se trata de la leyenda recogida en 1730, por D. José de Villalba y Córcoles, Presbítero Prebendado de la Santa Iglesia Catedral de Murcia, cuya copia manual se conserva en el Archivo Municipal de Murcia. Esta obra recoge las devociones marianas principales en la Diócesis de Cartagena.
La leyenda dice así:
De la milagrosa Imagen de Nuestra Señora de la Esperanza que se venera en la Villa de Calasparra. Avemaría.
Antigua tradición es y de muchos años se tiene por sentada en esta noble Villa de Calasparra, haber sido aparecida la Santísima Virgen María a un penitente (que en sitio donde hoy está la Ermita con ayunos y penitencias, reducía a la servidumbre del espíritu su indómita carne) y le dijo: que en aquel mismo lugar era muy de su gusto se le erigiese una Ermita con el título y advocación de la Esperanza y que de esto diese noticia a la Villa.
Gozó la dicha Villa con tan soberano mandato, determinó edificar en el mismo lugar una Ermita donde alcanzar las misericordias de Dios, que por este divino arcaduz (1) les ofrecía. Era muy contingente a esta Villa el sagrado amparo y refugio de esta Señora, porque si fue este sitio (donde se fundó esta Villa) en algún tiempo refugio y amparo de forajidos y bandoleros, cuyas atrocidades impedían el paso a los caminantes que temían sus hostilidades, ocultos estos bandidos en un intrincado bosque de olmos y parras, de done tomó esta Villa la denominación de Calasparra, así convino que esta vid sacrosanta de María, hiciese su asiento en este país para desterrar tantos insultos y maldades y extender sus hermosos ramos para abrigar y amparar con ellos a los que se refugiasen debajo de su amparo, como lo hizo esta gran Reina desterrando a aquellos y amparando a estos.
Es causa de admiración el lugar donde se fabricó la Ermita. Esta situada en la rivera del Río Segura. Un peñasco de excesiva altura le sirve de techumbre o tejado, y en un cóncavo que deja desocupado en su raíz se venera esta Imagen sagrada. Es sitio tan capaz que además de la Iglesia hay Sacristía y dos salas para hospicio de los que van a velar. Hay también mansión para el asistente sin faltar la estancia a los brutos, siendo para todo esto muy capaz la cueva. No es la primera tosca gruta que con su presencia ha santificado la Madre de Misericordia.
Infinitos son los milagros que esta Señora hace pues es el único refugio de los vecinos de Calasparra y todos los pueblos comarcanos, pues en esta Santa Imagen hayan todos el consuelo de sus necesidades. Bien la manifiestan y dan testimonio de esta verdad las presentallas que penden de las paredes de la Ermita. Allí se ven cabezas, piernas, brazos, y otras hechuras de cera, señales que nos asegura que esta divina Señora es el alivio de todo género de enfermedades.
Oración.
Avemaría. Dios te salva muy resplandeciente estrella y clarísimo resplandor, María, de quien nació el sol de Justicia, Cristo Nuestro Dios. Tu eres aquella Virgen hermosa, sobre toda hermosura, Tu eres aquella madre graciosa sobre toda honestidad, que por todo el mundo miras con ojos benignos a los hijos devotos de la Iglesia. Tu dulce nombre recrea a los cansados. Tu sereno resplandor alumbra a los ciegos. El suave olor de tus ungüentos alegra a los justos; el fruto bendito de tu vientre harta a los bienaventurados. Ruega por mí, Señora, para que, ayudados de tus deprecaciones, merezca ver y glorificar en Sión a Cristo, y así, Oh Señora de los Ángeles. Amén.

(1) Arcaduz: Caño por donde se conduce el agua. Real Academia de la Lengua Española